sábado, 4 de febrero de 2012

ARTICULO II: TIPOS DE AMOR


El amor es una palabra que no entiende de culturas ni de épocas. Un sentimiento que todos hemos saboreado alguna vez y que, sin embargo somos incapaces de definir de una manera precisa.
En busca de esa explicación exacta del amor, científicos de todo el mundo estudian variaciones hormonales en la fase del enamoramiento, incrementos en el nivel de felicidad, de autoestima, de autoconfianza.

Una teoría aceptada en la actualidad es la de Sternberg (1988), quién afirmó que para que haya amor deben darse tres características que manera simultánea:

  1. La primera de estas características es la intimidad que la definimos como el sentimiento de vínculo provocado por el acercamiento y confianza con la otra persona. En este caso no se está siquiera pensando en compromisos a largo plazo.

  1. La pasión es la segunda de las características vinculadas necesariamente a la definición de amor. Nos estamos a la necesidad y deseo de unión con el otro miembro de la pareja. Aclarar que es posible que a lo largo de cualquier relación la pasión atraviese diferentes fases y que estás fases pueden diferir en sus tiempos en cada caso. Lo importante es no perderla de vista y si se pierde, encontrarla.

  1. Desición, en este caso el sentido de compromiso, de querer compartir con el cónyuge el futuro.


De la unión de los tres puntos mencionados resulta el amor completo. Sabemos también que la fusión de los 3 factores no existe desde el primer momento, sino que deben ir alcanzándose con el paso del tiempo y el orden de aparación de los mismos puede diferir en unos casos y en otros. Las diferentes combinaciones que se irán produciendo entre los 3 factores definirán el resto de tipologías del amor que se reflejan a continuación:









Cariño: Existe intimidad y no existen pasión ni compromiso. Podríamos simplicarlo como algo más cerca de la amistad que del amor.

Encaprichamiento: Existe pasión y no existen intimidad ni compromiso. Puede producirse en la fase inicial de las relaciones y quedarse ahí o avanzar y llegar abarcar más factores.

Amor vacío: Existe compromiso y no existen intimidad ni pasión. Puede ser el caso de parejas que lleven tiempo juntas y han perdido los otros dos factores. Se trata de un amor rutinario y aburrido que se mantiene por la propia inercia más que por sentimientos.

Amor romántico: Existen intimidad y pasión y no existe compromiso. Es un amor cálido y afectuoso que puede madurar o marchitar si no se adquiere el compromiso.

Amor sociable: Existe intimidad y compromiso y no existe pasión. Este tipo de amor es sincero y tranquilo pero carece del otro factor que también es necesario. Puede encontrarse si se detecta su carencia.

Amor fatuo: Existen pasión y compromiso y no existe intimidad. Se basa en la falta de confianza o incluso en la mentira. Sólo puede sostenerse si ambos cónyuges lo consienten.

Las combinaciones que se han descrito definen a los diversos tipos de amor. El esquema  puede resultar muy útil para ayudar a localizar las posibles carencias en cada caso y ponerles remedio, si es posible. Evidentemente, el amor completo estará más cerca en los casos en los que ya existan 2 de los factores, que en los casos donde sólo hay 1 de los 3.

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